FIN







Es verdad que aún tiemblo cuando me toca, que merezco parte de su amor, parte de su sexo, que aún soy parte de él y aun es parte de mí. Pero escribir sus maldades me hizo tomar conciencia. Soy consciente por fin del mal que me infligió durante ocho años. Alejo, sos parte de mí, y sin embargo ya no te quiero.